No tiembles tierra inhóspita, el camino late y no trasluce pero es lo mismo el respirar ardiendo que no respirar. Calla y sonríe, piérdete en la oscuridad y con esa máscara de perfecto niño travieso esconde el llanto. No te muevas, espera la orden y no cambies de sentido porque si caes morirás aplastado por el resto que no se detendrán al verte en el suelo.
No me escuches grita el alma, no me intuyas pide la vos, no me sientas inspira la mente, no me pienses exige el corazón.
Pase lo que pase.
Publicado por Leticia Hernández en 12/04/12
ResponderEliminar=)
Eres cada vez más libre!!
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